Los que pueden comer carne, leche y huevos creen, de forma equivocada que
comen bien. La mayoría de la gente, como siempre tiene creencias equivocadas,
vive como auto engañada, pensando que come bien, sólo porque come abundante
carne, pollo, pescado, mariscos, leche, quesos, café, huevos, pan, tortillas,
arroz, una que otra fruta, una que otra vez, ensaladas. Esa no es una
alimentación completa. Eso no significa comer bien.
Los consejos comunes incluso de los médicos son que para estar bien
alimentado solo come de todo, ten una alimentación lo más variada posible, sin
decir que alimentos ni en que cantidad. Si no se habla de las cantidades de
cada alimento y cada nutriente ese consejo no sirve de nada. En realidad no se
necesita comer de todo, solo se necesitan comer los alimentos donde se
encuentran los nutrientes con las cantidades que se necesitan todos los días y
aún a pesar de este gran consejo, la mayoría de la gente no varía sus comidas,
pero : La mayoría jura que come de todo y que sus comidas están lo
suficientemente variadas, que come muchas frutas. Cuando el médico le pregunta
a alguna persona: ¿Come usted de todo?, esta persona jura que sí. Entonces el
médico dice: bien, por ese lado todo está bien. Busquemos el problema en otro
lugar. Sin embargo deja la fruta para el final de la comida y normalmente no le
queda espacio en el estómago para comerla. Otros aseguran que comen ensaladas y
es lo que dejan normalmente en el plato después de comer o también es lo
primero que se saltan en el menú. Al ordenar la comida en un restaurante, si el
niño se come la ensalada y deja la carne, se le dice no seas tonto, cómete la
carne que es lo mejor.
La verdad es que comer sólo carne, leche, huevos y tortillas, pan o arroz
es comer mal. En esos alimentos no se encuentran todos los nutrientes que el
organismo necesita todos los días. Es imposible que un solo alimento contenga
todos los nutrientes que el cuerpo necesita diariamente. La realidad es que
comemos mucho los alimentos equivocados por no saber qué contienen; nos
nutrimos muy poco y obtenemos excesos. Comer bien significa tener una buena
alimentación.
Siempre comemos los mismos alimentos. Todos en nuestras casas tenemos entre
10 y 20 platillos que se van repitiendo a lo largo de todo el año y a fin de
cuentas a lo largo de toda la vida. Cuando llegamos al platillo #20, entonces
comenzamos con el #1.
Cuando vamos a la pizzería no pensamos qué pizza vamos a pedir porque ya
elegimos la que pedimos siempre ; cuando vamos al restaurante hacemos
exactamente lo mismo, entonces, si en esos platillos hay deficiencias, vamos a
tener deficiencias toda la vida, y también, si hay excesos, vamos a tener
excesos toda la vida.
Otro problema es que comemos lo que nos gusta, no lo que más nos conviene.
A esto es a lo que se le llama tener malos hábitos alimenticios. La mejor forma
de saber si alguien se alimenta bien es por las enfermedades que presenta. Hay
enfermedades cuya causa específica es la mala alimentación. Muchas enfermedades
que se consideran hereditarias no son sino el simple resultado de lo que comen
los padres, que es lo mismo que comen los hijos y lo mismo que comía la mamá
desde el embarazo. En consecuencia la enfermedad que sufren los padres también
la sufren los hijos. En eso consiste lo hereditario de la enfermedad.
Muchos creen que comen bien porque comen comidas y platillos caros, en
restaurantes caros, de lujo; comida de importación, internacional. Ellos
piensan que comer mucho es comer bien. La gente relaciona el comer bien con los
alimentos que consume la gente de nivel alto de vida, es decir, come pan blanco
en vez de tortillas, toma vino en vez de tomar agua, arroz blanco en vez de
arroz negro, etcétera. Entonces la gente escoge sus alimentos de acuerdo a sus
colores, sabores y nivel social que lo consume.
Comer como rico no significa que comes bien. Comer como pobre tampoco significa
que comes mal. Ricos y pobres tienen alimentos buenos y malos. Lo importante es
saber qué contienen esos alimentos, no quien los come.
Otros equivocadamente creen que comen bien, porque han disminuido la
cantidad de carne roja que comen. Otros porque no comen carne de cerdo, sólo
comen carne de res. Otros porque sólo comen pollo y pescado. Otros porque comen
muchas ensaladas y frutas. Otros porque se han hecho vegetarianos. Otros porque
no comen pan.
Otros porque comen y cocinan sin grasa. Otros porque tratan de comer de
todo. Otros porque comen cosas muy naturales y sanas, es decir, no comen nada
enlatado, embotellado o procesado. Otros porque se preocupan de comer alimentos
limpios, sin contaminación, bacterias o parásitos. Otros porque no comen en la
calle ni en restaurantes, siempre comen en su casa. Otros porque no comen
comida chatarra o comidas rápidas. Otros porque complementan sus alimentos sólo
con vitaminas y minerales. Otros agregan sólo fibra. Otros porque dejan de
tomar café, alcohol, dejan de fumar cigarrillos, etcétera. La verdad es que
todo esto ayuda a mejorar algún aspecto de la alimentación, pero no significa
que la alimentación esté completa y balanceada. Es decir, hacer alguno o varios
de estos cambios es muy constructivo, pero no significa que con esto ya
obtenemos una buena alimentación. Es decir puedes tener una comida muy limpia,
sin grasa, sin carne roja pero que no contenga todos los nutrientes que tú
necesitas. Por ejemplo unos huevos hechos sin nada de grasa y muy limpios no le
quitan el exceso de colesterol que traen.
Buena alimentación significa tener todos los nutrientes que tu organismo
necesita todos los días en las cantidades necesarias. Si se toman todos en las
cantidades recomendadas, automáticamente se balancean. Eso significa tener una
alimentación completa y balanceada.
Mala alimentación significa tener excesos, deficiencias y carencias de
nutrientes en nuestra alimentación. Independientemente que sea cara o barata,
nacional o importada, en casa o en buenos restaurantes. Los pocos que aceptan
que comen mal en Latinoamérica piensan equivocadamente que en Europa o EEUU se
come bien, o que la gente que tiene más dinero come bien; eso no es cierto. Esa
gente no está totalmente desnutrida pero aún así tienen una alimentación
bastante mala.
La desnutrición es un término médico que mide sólo la cantidad de proteínas
y calorías que tiene un organismo. El gran error es creer que al tener bien las
proteínas y las calorías, todo lo demás está bien. Básicamente miden la nutrición
por la cantidad de proteínas y calorías que comen todos los días. Y como la
carne, leche y huevos contienen proteínas, es lo que consumen más. Y al comer
muchas proteínas y calorías duermen tranquilos pensando que su nutrición está
totalmente completa. Si la cantidad de proteínas y calorías es aceptable, se
considera a la persona bien nutrida.
Si faltan proteínas y calorías, se considera a la persona desnutrida.
Entonces el término nutrición se refiere a sólo 2 nutrientes. ¿No es eso
increíble? ¡Cuando necesitamos 114 nutrientes todos los días!
Una alimentación deficiente en nutrientes, sólo se corrige con complementos
alimenticios en forma de polvos y tabletas. En otras palabras, la única forma
de tener una alimentación completa es agregando a tus comidas polvos y tabletas
que contengan proteínas, carbohidratos, aceites, fibras, vitaminas, minerales,
oligoelementos y factores botánicos. Eso lo saben muy bien los deportistas y
atletas, pero la gente común, no. No saben que la gente normal, aunque no sea
atleta, también debe complementar su alimentación. Poca gente puede nombrar los
114 nutrientes básicos que su cuerpo necesita todos los días y es muy raro el
que sabe la cantidad de cada uno de ellos y dónde se encuentran.
Si no sabemos qué nutrientes necesitamos, no podemos escoger esos
nutrientes. Y cuando estamos frente a un buen complemento alimenticio, no
sabemos identificarlo. Por eso es común que muchos médicos no le den el valor
justo cuando se encuentran con un buen complemento alimenticio y digan, tómelo
pero no creo que le sirva.
Eso es pura ignorancia acerca de los nutrientes y las necesidades diarias.
Si no sabemos de nutrientes, no podemos escoger un buen complemento
alimenticio.
Si no sabemos en qué alimentos están, no podemos elegir esos alimentos. Si
no sabemos la cantidad de nutrientes que necesitamos y la cantidad contenida en
el alimento, no podemos saber qué cantidad del alimento debemos tomar. Debido a
esto, la gente no sabe qué alimentos escoger y cuáles evitar. En consecuencia recibe
unos nutrientes en exceso y otros con deficiencia. Eso es suficiente para
causarle muchas enfermedades, problemas de peso y finalmente gaste mucho dinero
en médicos, medicinas, hospitalizaciones, cirugías y quizás hasta tenga una
muerte prematura. ¿Cuál puede ser la solución?
La Nutrición Celular. Sus ingredientes.
Proteínas. Necesitamos un aporte diario de proteínas debido al desgaste
orgánico constante. Las células y las estructuras celulares están hechas de
proteínas. La célula no es más que un recipiente de proteínas relleno de agua
donde están disueltos los nutrientes. Por lo tanto, para formar nuevas
estructuras necesitamos de proteínas. Es decir, nosotros estamos hechos de
proteínas, ésa es la materia prima que nos conforma.
Necesitamos diariamente un gramo de proteína por cada kilogramo de peso
(500 mg/libra). Un hombre necesita 70 gr. y una mujer 60 gr. como promedio.
Las proteínas están formadas por aminoácidos, que son 22. Nueve de ellos
son considerados esenciales porque el organismo no tiene la capacidad de
sintetizarlos o formarlos, así que forzosamente debe recibirlos con nuestros
alimentos. Necesitamos proteínas que contengan todos los aminoácidos esenciales
y no esenciales de forma balanceada. Si alguno de estos falta en la dieta o se
encuentra en cantidades insuficientes, provoca que el organismo no pueda formar
todas las proteínas que necesitamos a diario. Se recomienda que el 40% de las
proteínas que ingerimos sea de origen animal y el 60% de origen vegetal.