Nuestro esqueleto parece tan duro y duradero que es difícil pensar que los huesos realmente son órganos rígidos sometidos a procesos metabólicos, al igual que los otros órganos.
En un proceso denominado remodelamiento, el tejido óseo se fortalece y se rompe a lo largo de su vida en respuesta al crecimiento, las lesiones y otros factores. El hueso se forma donde es necesario - se retira donde no hace falta - de forma constante.
Los huesos crecen hasta los 30 años aproximadamente, época durante la cual este juego de tire y afloje favorece el fortalecimiento de los huesos. Esta es la razón por la cual es esencial tomar suficiente calcio - el principal mineral almacenado en los huesos - durante este período de crecimiento óseo. Cuando hay abundancia de calcio disponible, la densidad mineral ósea puede llegar a su punto más alto.

El control de la dieta y de la ingesta de alcohol y la participación en actividades físicas regulares que incluyan entrenamiento con peso y resistencia son todas buenas estrategias para promover la salud ósea. Con esfuerzos regulares, usted mismo se encargará de aprovechar sus mejores oportunidades de tener huesos sanos, ¡no nos andemos con vueltas!